11 enero 2008

LCD vs. PLASMA

Actualmente, dos tecnologías compiten directamente en el mercado de pantallas: LCD y Plasma. Su principal diferencia con los antiguos televisores es que ambas están preparadas para la alta definición y poseen una imagen mucho más nítida, además de ser más cómodas de instalar.

Las pantallas de plasma utilizan un gas, almacenado entre dos vidrios, que se ilumina mediante una carga eléctrica. Las de LCD poseen un cristal líquido que filtra la luz generada por la combustión de fósforo detrás de la pantalla mediante un sistema de retroalimentación. Los plasmas duraban inicialmente entre 25 y 30 mil horas, actualmente superan las 60 mil horas, una vida similar a los LCD, que rondan entre los 50 y 60 mil horas, antes de perder su brillo. Estas nuevas tecnologías ya resuelven lo que es la transición entre la televisión analógica y la digital. Muchas fábricas, entre ellas Samsung, van a dejar de producir televisores con CRT (tubos de rayos catódicos) y la producción será en un 100% en LCD y Plasmas.

Otra importante característica es el ángulo de visión efectivo, que permite al espectador disfrutar de las imágenes en pantalla desde cualquier punto y no solo de frente. En los Plasmas es de 160º mientras que en los LCD alcanza hasta los 180º.

En cuanto al color, los plasmas tienen mayor diversidad y precisión de color, brindando tonos más realistas. En tanto las imágenes en los LCD, poseen mejor contraste y colores más vivos, recreando imágenes impactantes.

Ambas tienen un perfil muy delgado, casi plano, y son muy ligeras comparadas a las pantallas CRT (tubos de rayos catódicos) de dimensiones similares.

Al respecto Jaime Galavis, Vice Presidente de Samsung Electronics de América Latina, cuenta: “El plasma es una tecnología realmente nueva, para quienes la prefieran va entre las 42 y las 73 pulgadas. Para un usuario final la tecnología LCD es mas flexible porque se encuentran productos desde 19 pulgadas, hasta 56, pasando por 23, 26, 32 y 40. Entonces va a seleccionar la tecnología plasma o la tecnología LCD dependiendo en principio de sus necesidades o requerimientos de espacio que se puedan adquirir.”

Ambas tecnologías permanecerán en el mercado, y en cuestión de precios el producto LCD es más costoso, cerca de un 15% que la tecnología plasma, en un mismo tamaño.

“Es importante conocer que la televisión puede variar dependiendo de las líneas horizontales en la definición de imagen. Cuando se busca una tecnología 1080p (Full High Definition) supone la máximas líneas horizontales, pero adicional a esto, el producto necesita un dispositivo como un DVD o Blu-Ray también de alta definición para que la imagen sea cada vez más nítida.

Además de 1080p podemos encontrar televisores de 720 (Alta definición) y 480 (Definición Normal).

Tanto Plasmas como LCD son excelentes alternativas. Sin embargo al momento de decidir cuál conviene hay que fijarse en el uso que se quiere dar y en las propias necesidades. El tamaño y la iluminación de la habitación en la que se va a instalar un plasma o LCD es importante. No siempre el más grande es mejor. Si el lugar es grande y está bien iluminado es más aconsejable un plasma, porque tiene una visión de 180° grados y es mejor para reproducir colores negros y grises. Si el espacio es más pequeño y la luz es limitada lo aconsejable es un LCD, ya que tiene excelente iluminación, permite ver las imágenes de cerca sin distorsión y no genera casi nada de calor, por lo que es ideal para espacios pequeños.

Otro factor que se debe tomar en cuenta es la cantidad y tipo de conectores que se necesitan. Si se quiere que la pantalla sea el centro de entretenimiento y se quiere conectar videos, consolas u otro tipo de aparatos, hay que fijarse que la pantalla posea las entradas necesarias para lo que se necesita conectar. Así se evita tener que instalarle luego adaptadores o cables.